Cuando se habla de despedida la misma palabra te transporta a lo que se supone que es distancia, melancolía, tristeza…
Ayer no hubo leída de cartilla, ni sugerencias, ni recomendaciones, ni recordatorio de precauciones, tan sólo insistir en disfrutar de esta oportunidad, con un «hasta luego» para vernos pronto, para iniciar una nueva etapa, para cerrar otras, para demostrar que todo esfuerzo tiene su fruto, para impregnarnos de nuevos proyectos, nuevas ilusiones, para crecer más si cabe como personas y lo que es más importante:
confirmarnos que hay que subirse a todos los trenes, sin miedos, sin condicionales.
Nuestra cena de despedida empezó tranquila, hablado de sexo (como no), de «otras cosas» de chicas, de lo que nos habían contado de Chicago, de las ganas de ir, especulando como se vive allí, de las botellas de aceite que llevaremos en las maletas y de lo mal visto que está fumar en EEUU!!!
Mientras, se prepara una base de pizza… se lía en breve, no se cómo, ni cuando, ni por qué!
Contenta con nuestra peculiar despedida, la despedida más divertida de mi vida.
Chicago is coming!
Bon viatge, Xuxu.
(Un guatsapito quan arribis)
T’estimo!!!
❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️ Grande!!!