Hace bastante tiempo escuche una frase mítica dentro de la Formula Uno: «Los F1 actuales los puede pilotar hasta un chimpancé». En ese momento pensé que tenía razón el autor de la frase. ¿Sabéis quien lo dijo? Pues lo dijo un piloto de los de la vieja escuela, de aquellos pilotos que suben a un coche y le sacan el 110%, de aquellos pilotos que se jugaba la vida en cada curva, con la lógica por bandera y con una determinación sin límites guiada por un sentido del orgullo.
Este piloto es Niki Lauda. El conducía los coches que levantaban pasiones, que se conducían con las manos, se dominaban con los pies y se sentían con el corazón. El hacía que cada curva, cada frenada y cada adelantamiento fuera casi una experiencia religiosa para los amantes del motor.
Bien, en mi opinión, hoy en día ya no hace falta ni un chimpancé para conducir un Formula uno. Únicamente hace falta un niñato que pulse los botones que ni siquiera sabe para qué sirven. Simplemente obedece lo que le dice un ingeniero. ¿Pero porque no lo hacen mejor? Porque no sacan al piloto del coche y lo hacen conducir sentado cómodamente des del el box al igual que hacen los pilotos de los Drones? Podría estar más confortable sentado, con aire acondicionado y con una cerveza fresquita al lado. Los equipos se ahorrarían mucho dinero pues no se tendrían que hacer pruebas de Crash Test, ni salarios descomunales, ni tendríamos riesgos para los pilotos. Ah! Pero esto ya está inventado, se le llaman coches de Radio Control.
Pero esto no llena de emoción al corazón de lo que realmente mueve este mundo. El acérrimo seguidor que se levanta a las 4 AM para ver ese bólido, el que ahorra cada céntimo para comprar una entrada o el que sueña con ver otra vez aquella carrera que lo levanta de la silla con un grito de emoción.
Si no quieren que la Formula Uno desaparezca, empiecen a pensar con la cabeza y no con la cartera.
Totalmente de acuerdo. La F1 de hoy en día no es espectáculo ni nada. Han eliminado la emoción y hasta el ruido, y creo que la tendencia es ir a más, o sea, a menos interés, al menos para los que nos apasiona el mundo del motor. Tuve la suerte de asistir al preestreno de la película de Senna, invitado por La Vanguardia: «gallina de piel». Y también he visto el biopic de Lauda, más cinematográfico que el documental de Senna. Estos, junto con otros como Prost, Mansell, etc., sí que eran pilotos y no chimpancés. Han conseguido que esta temporada no me levante a las 5 para ver el GP de Australia, y a este paso tampoco lo haré para el de Japón.
Sí, comparto tu opinión.
Soy poco o nada aficionada a la F1 y al resto de deportes tengo que reconocerlo, me enganché cuando Alonso se sacaba los ojos con el negrito guapito, (es cuando más se acercaba a un «Sálvame» deportivo), por entonces mi marido me documentaba en la parte de ingeniería y estrategias que yo no tenía ni idea cómo funcionaba.
Me desilusionó enormemente el circuito urbano en Valencia, lo encontré un movimiento tan politicamente incorrecto (perfecto para ellos) que desde entonces me desconecté completamente.
Intereses económicos y políticos, bah…
Muy buen artículo, Oliver, lo has bordao.
😉
Buf… El tema de Valencia es uno más de los chanchullos de Ecclestone, el «dueño» de la Formula 1, que hasta una vez dijo «la muerte de Senna fue buena para la F1». Los lugares donde se celebran los grandes premios no se deciden por la calidad del espectáculo o el nivel deportivo, sino por la cantidad que pagan en cada sitio por aparecer en el calendario.
En mi completa ignorancia, lo único que puedo decir al respecto es que leo el nombre de NIki Lauda y lo asocio con una oreja…inevitable…y lo siento….el único motor que conozco es que ronronea en mi micra, eso si, le doy su vidilla..
Felicidades por tu post OLiver!
La verdad es que gran parte de la popularidad de Lauda surge a raiz de su accidente, como fue en mi caso porque era un crío y no prestaba atención a las competiciones de motor… aunque recuerdo el rugido de los motores cuando corrían en Montjuïc, y eso que yo vivía en Hospitalet.
yo dejé de seguir a la F1 cuando dejaron de montar los V10,a partir de ese momento los motores no emitían sonido sino ruido….
Tanto en coches como en motos,la electrónica es el dopping de este deporte.
Lagrimilla… :'(