Hoy no vamos a hablar de Apple, al menos no todo el tiempo, vamos a hablar de #eSIM y de la #Apple SIM.
Todos hemos disfrutado o padecido las tarjetas SIM desde el inicio de la telefonía móvil el siglo pasado, con aquellas tarjetas tamaño «de visita», hasta las actuales #nanoSIM, con las cuales necesitamos pulso de un neurocirujano al colocarlas en el teléfono.
Desde hace un tiempo se viene hablando de las eSIM, o embedded SIM (incrustadas), unas tarjetas que dejan de serlo, ya que no son más que parte de la circuitería del teléfono. Estas eSIM nos permitirán cambiar de operador rápidamente sin pasar por ninguna tienda o esperar a que nos llegue una por correo, o registrarnos en un operador u otro a voluntad.
Para el fabricante de teléfonos, el espacio que ocupa la circuitería y los conectores en su atestado interior vendría muy bien para otras cosas, como una batería algo más grande.
Este estándar se está desarrollando por el GSMA (Groupe Speciale Mobile Association), la asociación de operadores de telefonía móvil que desarrolla los futuros estándares, y es de esperar que aparezca el año que viene.
Desde Apple hace tiempo que se viene tratando éste tema de las eSIM, e incluso se especuló allá por el año 2010 que el iPhone 4s iba a venir ya sin SIM, pero se ha ido retrasando con lo que Apple ha forzado la situación y ha lanzado sin aspavientos la Apple SIM, una tarjeta física que viene en los iPad Air 2 y iPad Mini 4, que ya podemos disfrutar en España y otros noventa países. Esta se gestiona en el iPad desde ajustes, donde se elige el operador que nos interese y supone una ventaja increíble desde el punto de vista del usuario, ya que desde el propio dispositivo podemos cambiar de operador y plan de datos, desde cualquier país que lo soporte.
Concluyendo ya, de momento tendremos que esperar como poco hasta el año que viene, momento en el que el estándar de eSIM ha de estar correctamente definido, para que nuevos teléfonos (iPhone 7 y Samsung Galaxy S7 quizá) utilicen ésta tecnología.
Mmmm… No sé yo, no lo veo práctico, eso de que el terminal esté vinculado físicamente con la línea telefónica. ¿Qué pasa si se te avería el teléfono y tienes que usar otro mientras lo reparan? ¿Y si viajas al extranjero y te sale más a cuenta una conexión prepago local?
A mí me da… Que esto de tener que llevar SIM física, es algo que exige el Gran Hermano… imaginad un sistema por software, que permitiera clonar líneas de teléfono.
Ja ja ja!! 😀