EL MÉTODO
Que nos encontramos en un mundo competitivo no es algo nuevo, en todos los aspectos de la vida, pero sí es para conseguir un puesto de trabajo en el que puedas desarrollar tu profesionalidad, ahí es donde en muchas ocasiones y dependiendo del sector, la palabra competir adquiere un significado amplio y directo.
Todos hemos pasado por alguna de las pruebas que determinarán si somos aptos o no para el puesto que queremos conseguir, la mayoría de ellas se basan en pruebas de nivel, test, entrevistas más o menos profundas, pero si tenemos que hablar de originalidad, entonces tenemos que mencionar el “Método Gronholm”.
Este método se basa principalmente en la expulsión o descarte de los candidatos por parte de los seleccionados, evidentemente hay test y pruebas comunes a otros métodos, pero la particularidad de este es que las personas que se ofrecen a ello serán las que determinarán que individuos no darán el nivel adecuado, o sea, se da una competencia directa entre ellos, entre el grupo, lo que origina situaciones de tensión y sobre todo donde cada uno se deja ver, su verdadera esencia sale, las estrategias se muestran, en definitiva hay una batalla sin tregua por demostrar que eres el candidato perfecto para ese puesto de trabajo.
Con todo esto, Jordi Galcerán estrena en el Teatre Nacional de Catalunya, en mayo del 2003 su obra de teatro “ El método Gronholm”, y dos años después Marcelo Piñeyro la convierte en una obra cinematográfica.
El método es una coproducción hispano argentina con un elenco de actores sin desperdicio, más o menos conocidos, todos bordan su papel, desde la veterana Adriana Ozores hasta los más jóvenes Ernesto Alterio o Eduardo Noriega.
De nuevo y en mi línea me dejo atraer por cuestiones #psicológicas, donde todos dicen y nada te deja indiferente, la trama tiene que ver con el método de selección que inicialmente he tratado de explicar (la Wiki lo hará mejor), un grupo de candidatos para un puesto de mucha responsabilidad y de nómina más que atractiva luchan para ser elegidos, los sietes aspirantes se sientas alrededor de una gran mesa y son atendidos por una secretaria, que resultará más que eso, las personalidades de cada uno de ellos son diversas y dispares, cada uno tiene asumido su papel, pero habrá fisuras de las que no eran conscientes y que acabarán traicionándoles, pues para conseguir ese puesto no basta con demostrar lo que eres si no lo que puedes llegar hacer, pasando por encima de quien sea y dejando ver aspectos menos amables, más turbios, con estrategias establecidas o simplemente improvisadas.
Los diálogos son de lo más interesante, la trama lineal va tomando pulso… creciendo, despista al espectador situaciones no previsibles, como un juego de detectives, uno va simpatizando con un personaje para dejar de hacerlo en otro momento… hay una especie de juego de “busca al asesino”, pues entre los candidatos se presupone un “topo” y la angustia, tensión, inseguridad se refleja en mayor o menor medida en cada uno de ellos, las cuestiones de lucha de sexos son palpables, donde se dan situaciones yo diría que hasta irrisorias, hay una escena muy significativa sobre ello, las dos candidatas femeninas son de edades muy diferenciadas, en un juego de palabras se les preguntan que podrían ofrecer si se diera el caso de encontrarse en una isla desierta con varios hombres, y las más joven contesta: “descendencia”… el silencio y el fracaso reflejado en la candidata madura es maravillosamente interpretado por Ariadna Ozores.
Pequeños apuntes de una gran película que recomiendo, contar más es dar menos importancia a la misma, para mi primera película española quería empezar por la menos “conocida”, aunque quizás os suene los Goyas que se llevó la cinta en el 2006… apostemos por el Producto Nacional!!
Fotos: http://motelpurgatorio.blogspot.com.
Que sería la vida sin la competitividad???
Magnífica obra de teatro y muy muy buena película!!!
Pues si, la competitividad yo creo que es innata, también hay modo y maneras, no tiene por que ser invasiva, pero es el modo operante.
Saludos!
te lo digo yo que me pico y compito hasta con mi sombra!!!
Haciendo memoria, fui al teatro a ver esta obra!
Estaba embarazadísima de la Marina, era por la noche un día entre semana y lo que más recuerdo eran las cómodas butacas del teatro donde me dormí.
jijijjiijjiji
Qué desastre… recuerdo que era muuuuuy lenta y mi avanzado estado de gestación no ayudó mucho. Tendré que ver la peli!
😉
La obra de teatro no la he visto, pero la película ya te digo yo que de lenta no tiene nada, hay descaro, ironía, sexo…de todo….
Gracias por comentar!
Una de las pocas películas que he visto y que sigo recordando. Lo normal es que las que no me motivan se me olvidan todas y luego no recuerdo si las he visto, pero «El Método» quedó bien grabada en mi memoria, sobre todo por lo fácil que es encontrar un paralelismo entre la trama y la vida real, hasta tal punto que era capaz de poner otros nombres a los protagonistas, nombres de personas que conozco en la vida real.
Otra película no nacional que también produjo este efecto en mí es «Trabajo Basura», muy recomendable.
Me alegro que te gustara Santi…a mi me pareció de lo más original e interesante, y como bien dices es muy fácil encontrarte personajes de ese tipo en tu vida…la gente es capaz de cualquier cosa y a cualquier precio por escalar, lo que coloquialmente llamamos «trepas»…
Saludos!
Interesante película. Tal y como comenta Santi, la gran mayoría de personas identificamos alguna persona en este rol de competitividad llevada a límites insospechados. Así mismo, desde pequeños nos educan para ser los mejores, a obtener los mejores resultados, simplemente «the best». ¿Quién no ha escuchado, disfrutado y cantado esta canción a pleno pulmón?
O sea, que la competitividad es parte de nuestras vidas desde que nacemos hasta que morimos. Es más o menos visible en función del momento y de las circunstancias que vivimos.
Ya que sacas el tema de la competitividad en la educación, creo que actualmente se ha perdido mucho, o al menos por lo que veo en mis más cercanos en edad de estudiar, que no se muestran muy competivos a la hora de alcanzar objetivos. No se esfuerzan en conseguir las metas, y para lograrlo es muy útil tener referencias más o menos asequibles, otros compañeros que destaquen. En mis tiempos competíamos a ver quién sacaba mejores notas, y en otros países se fomenta la competitividad, cosa que aquí parece que es pecado hablar de ella en la educación.
Pues como han cambiado los temas. Tarde o temprano se enfrentarán con la competitividad porqué es parte de la sociedad. Cuando antes se familiaricen con ella mucho mejor.