Las ligas amateur de fútbol sala o fútbol siete (#mierdiligas en adelante) son una mina de personajes, anécdotas, caspa y surrealismo.
En mi dilatada experiencia en este tipo de ligas, dilatada porque mi limitadísima calidad no me ha permitido jugar en otro sitio, he visto de todo menos fútbol, desde peleas y discusiones hasta #gañanadas de todo tipo, pasando por un ataque epiléptico en pleno terreno de juego, olor a porro (y a lo que no era porro), alcohol para entrar en calor antes de jugar, o vestuarios prefabricados que eran saunas en verano y congeladores en invierno. Vamos, que uno se curte, la diferencia con la mili, es que aquí hay enemigos, pagas por ir y los uniformes son aun más feos que el verde caqui o el de camuflaje.
Precisamente uno de los momentos más míticos y patéticos a la vez, es ponerse de acuerdo para elegir uniforme del equipo, así como asignar los dorsales y los nombres o apodos para llevar en la espalda… pero sin duda el peor es elegir el nombre del equipo. Ahí es cuando sale a flote la “inteligencia” y la originalidad de la gente… Maccabi de Levantar, Vodka Juniors, Aston Birras, Ajax Pino o Steaua Mineral son sólo algunos ejemplos de lo que os pretendo explicar.
El jugador de mierdiliga independientemente de que sea decente o un #paquete, está hecho de un pasta especial. Eso de ir a jugar un día entre semana, por ejemplo un día insulso como un martes, a las 22h o 23h, a pasar frío, y en algún caso a que le metan una paliza y volverse cabreado a casa no está hecho para todo el mundo. Lo mejor de todo, es que lo hace pagando y sin problema: “Oye que hay que poner 3 euros para el regalo de Fulanito que ha tenido un niño”, “no jodas!, qué palo!, quita yo paso, ¿os pensáis que soy una ONG?”, o “me compro esto en tal tienda de Alicante porque me ahorro un 2% respecto a comprarlo en la tienda del vecino”…. pero que para jugar la liga hay que soltar 200 euros del tirón?, pues se pagan!, sin pensarlo y sin oponer resistencia alguna, es más, con ilusión!
En mi caso, y después de jugar en montones de equipos de empresa, amigos y algunos a los que ni sé como llegué, actualmente llevo 3 años jugando en «Relaxing Club«, un «equipo» al que me invitó Santi, un compañero de trabajo… de paso aprovecho para saludar a sus componentes (y a los del mítico «Soccerama«) ya que varios de ellos forman el 99% de los lectores de esta sección.
Cuando Santi me hizo la oferta le pregunté por el «proyecto deportivo», no tenía muy buena pinta la verdad, pero supongo que me convencí cuando me enteré entre otras cosas, que una vez cuatro de ellos después de salir de fiesta y cuando les entró hambre, entraron en un McAuto dos caminando delante y dos detrás… vamos como si fuesen en coche pero sin coche.
Un submundo en éste ya de por sí mundillo de las mierdiligas, serían las ligas de empresa, esas ligas que las empresas modernas crean para promover el “team building” (promover el trabajo en equipo para los no seáis cools o los que no tengáis Linkedin) y que acaba en “team destroying”, ya que cuando no acaba en bajas médicas por darlo todo en un estado de forma lamentable, acaba en piques entre trabajadores o incluso entre departamentos, que no hacen más que reflejar con un balón de por medio la tensión que ya se palpa en la oficina. Sobre «moderneces» laborales como nombrar cualquier cargo en inglés porque mola más o ciertos procesos «innovadores» para motivar, seleccionar personal, etc…podría rajar hasta el infinito pero para eso necesitaría otra sección.
La parte positiva de estas mierdiligas es hacer un poco de deporte, soltar adrenalina, conocer gente más o menos “interesante” e incluso a veces ganas y encuentras equipos peores, que no todo van a ser disgustos por perder o rabietas por alguna trifulca o discusión sin importancia con algún rival… o bueno ahora que lo pienso… no tan “sin importancia” que por ahí hay mucho imbécil… qué coño imbécil?… mucho hijo de la gran p… «veeeen!, veeeen! que me vas a queeeeee?!?! Te espero fuera!!!»
Anuncio argentino de TV de 2006 que refleja perfectamente lo que son las mierdiligas.
Ostras Miki, cómo me he reído!!!
Recuerdo que mi ex-marido un año jugaba en Gavà, muchas veces a las 22:00 de la noche un miércoles cualquiera en pleno invierno y yo pensaba, esto es vocación, hay que tener huevos de ponerse en pantalón corto y sudarla a esas horas y con ese frío.
Sisisisisisi, llegaba a las mil, que si el partido, que si la cervecita y que si volver a casa y al otro día trabajar con su correspondiente madrugón y como bien dices… alguna veces enfadau!
Ole por vosotros, en serio!!!
😉
Y luego estos golfos vagos que ganan millones al año se quejan por jugar dos partidos en 3 días eh?…..vaya topicazo acabo de soltar. Lo mejor la cervecita…. 😛
Yo creo que lo de tomarse estas competiciones como «mierdiligas» es más propio de nuestra condición geográfica, que marca nuestra manera de hacer y de pensar. En mi empresa (donde trabajo, no que sea de mi propiedad), que es una multinacional, se organiza cada año un campeonato de fútbol 7 (algún año ha sido de fútbol de verdad). Hace un par de años se celebró en Barcelona. Participaban los equipos de diferentes centros de trabajo de España, Francia, Marruecos y Reino Unido. De España participaron dos, uno de Madrid y el de Barcelona, y bastante justillos de jugadores. De Marruecos vinieron dos equipos de Casablanca, porque eran tantos que hicieron dos equipos. De Francia un montón (no recuerdo cuántos), y de UK sólo uno. Cuando se reunieron todos los equipos en las instalaciones deportivas, había que verlos. Los que vinieron de fuera preparadísimos, con buena vestimenta, entrenador, fisio, animadores (familiares y amigos), etc. Los equipos españoles, lo justo: los 7 jugadores de campo y 2 reservas. Y en cuanto saltaron al terreno de juego, las diferencias se acusaron aún más. ¡Qué nivel los franceses! ¡Y los ingleses! ¡Ni qué decir de los marroquís, con un portero bajito y regordete que las paraba todas! Yo participé de fotógrafo oficial, y ahí nuestro nivel ya superaba al resto (jeje).
Total, que en nuestros equipos empezaron a pasar factura las lesiones por no estar a la altura de los contrincantes. Tal fue así que uno de los jugadores de Barcelona (que también era el entrenador) se rompió la famosa tríada (los tres ligamentos de la rodilla) en un lance del encuentro y otro jugador también se sompió, y el equipo de Madrid también fue eliminado a las primeras de cambio, por lo que Barcelona, que jugó la final, tuvo que repescar jugadores de Madrid para poder seguir jugando.
Una vez finalizada la competición y mientras procesaba las fotos investigué un poco los equipos rivales, y había algunos que hasta tenían página web oficial y palmarés en competiciones al margen de la de empresa (uno de los jugadores del equipo de UK había jugado en la Premier).
Con todo esto quiero decir que mientras sigamos viendo estas competiciones como «mierdiligas», nuestra mentalidad no va a ir más allá y nuestras competiciones locales nunca pasarán de «mierdiligas». Es como el «retro-running», que tenemos una campeona del mundo (y follower de mi Twitter de fotos, que por eso me he enterado) que tiene que correr fuera porque aquí ni existe.
En fin, que me ha encantado el post, y que aparte de divertir, nos tiene que hacer pensar.
Estoy de acuerdo contigo, a veces nos tomamos las cosas demasiado a la ligera, pero también creo que si yo fuese alguien con mi propia web con mi palmarés, y hubiese jugado en la Premier no me sentiría bien «abusando» de empleados de una empresa que juega a fútbol porque les gusta pero son malos…jaja, no sé, es la eterna dicotomía del deporte aficionado se abre a todo el mundo y por tanto que cada uno se lo tome con la seriedad que quiera? o eso acaba «molestando» a quien siendo un aficionado quiere jugar pero tomándolo un poco en serio?.
En cuanto al retrorunning, yo lo «critiqué» en el post de «Y si no me lo invento» aun sabiendo que la campeona nos seguía 😛 …..por cierto hace poco ha sido portada en Interviú…
Jajaja, qué recuerdos de mi época posterior a la vida profesional futbolística. Tuve que elegir si estudiar o fútbol y decidí #mierdiligas mientras estudiaba.
No pueden contarse más verdades en tan pocas líneas y dejando muchas, pero que muchas más anécdotas en el tintero: ¿Y los partidos de las 9:00 am de los Domingos? ¿Recordáis como se presentaba (si lo hacían) la gente a los campos? Jaja, genial!
Muchas gracias Gentlerun!. Yo no tuve la suerte de poder decidir si dedicar profesionalmente al fútbol, pero si viví lo de los domingos jajaja….cuando jugabas contra gente resacosa y venían de empalmada, y de afición se traían a sus colegas de fiesta. Aún recuerdo en Meiland ver entre el «público» algún que otro elemento sospechoso con la típica jaula del pájaro envuelta en el típico pañuelo palestino….como bien dices, cualquiera que hasta jugado tendrá anécdotas para un libro. Un saludo. 🙂
Gran post
Acertado y divertidísimo.
Muchísimas gracias!. Un saludo
Lo has clavao…pero solo un inciso…te has olvidao de los arbitros q tienen su chicha tambien…o las alitas aparte de las cervecitas,de todas maneras miki lo has clavao…eres un CRACK.
Jajajaja, exacto Juanito, algún árbitro que se cree alguien pitando en ligas de chichinabo, canosos y que van repeinados para atrás?, por poner un ejemplo…..
En otro artículo hablaré sobre la influencia de las cervezas y las alitas en la economía del bar de una liga…espero vengas de míster cuando vuelvas de la operación!. Merci Juanito, un saludo